Medicamentos para aumentar los glóbulos blancos en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia

Cuándo los necesita—y cuándo no los necesita

Si a usted se le está dando tratamiento para el cáncer, es normal que quiera hacer todo lo possible para librarse del cáncer. Muchos tratamientos para el cáncer salvan vidas. Pero la mayoría de las personas no necesitan cada tratamiento que existe. Es posible que el tratamiento no ayude. Y los efectos secundarios y los costos podrían ser mayores que los beneficios.

A un tratamiento se le conoce como factores de crecimiento de glóbulos blancos o factores estimulantes de colonias (colony-stimulating factors—CSF). Los CSF son medicamentos que ayudan a prevenir infecciones durante la quimioterapia. Hacen que aumente el número de glóbulos blancos en su sangre.

Esta hoja informativa explica cuándo los expertos del cáncer recomiendan tomar estos medicamentos, y cuándo no lo recomiendan. Puede usar esta información para hablar con su médico acerca de sus opciones y decidir lo que es mejor para usted.

¿Qué son los glóbulos blancos?

La sangre contiene glóbulos blancos y glóbulos rojos. Ambas clases de glóbulos se producen en la médula ósea que es el tejido blando en el interior de algunos huesos. Los glóbulos blancos le ayudan a su cuerpo a combatir la infección. Si usted tiene muy pocos glóbulos blancos, está más propenso a enfermarse.

La quimioterapia puede matar parte de la médula ósea.

Con menos médula ósea, su cuerpo produce menos glóbulos blancos. Esto eleva sus probabilidades de contraer una fiebre grave conocida como neutropenia febril. Por lo general, con esta fiebre, usted tiene que permanecer en el hospital y recibir altas dosis de antibióticos. Esto podría demorar sus tratamientos de quimioterapia. Sin embargo, la mayoría de los trata-mientos de quimioterapia no aumentan mucho su riesgo de contraer neutropenia febril.

¿Cómo sabe usted si su recuento de glóbulos blancos es bajo?

El número de glóbulos blancos que tiene se conoce como su recuento de glóbulos blancos. Por lo general, un recuento bajo no causa síntomas, a menos que su recuento sea muy bajo o que contraiga una infección.

Para averiguar si su recuento de glóbulos blancos es bajo, el médico le sacará algo de sangre y la analizará. Algunos tratamientos de quimioterapia destruyen la médula más que otros. Pregúntele a su médico si su tratamiento de quimioterapia puede reducir su recuento de glóbulos blancos, y con qué frecuencia debería
hacerse el recuento.

¿Cómo ayudan los CSF?

Los CSF ayudan a su cuerpo a producir más glóbulos blancos. Esto reduce su riesgo de contraer neutropenia febril.

Entre los CSF se incluyen el Neupogen (filgrastim), Neulasta (pegfilgrastim) y el Leukine y el Prokine
(sargramostim). Por lo general, se administran en forma de inyección, 24 horas después de un tratamiento de quimioterapia.

¿Cuáles son los riesgos y costos de los CSF?

Los CSF reducen el riesgo de estar en el hospital a causa de una neutropenia febril. Sin embargo, éstos pueden causarle dolores y sentirse fatigado. Éstos pueden causar una fiebre y una sensación de enfermedad general. Y pueden costar miles de dólares por inyección.

¿Quién debería tener CSFs?

Los CSF se recomiendan únicamente para las personas que corren un alto riesgo de contraer una infección. Es posible que usted corra un alto riesgo si:

  • Su tratamiento de quimioterapia tiene un riesgo de causar neutropenia febril en más de una de cinco personas que la contraen, y los CSF son la única forma de elevar su recuento de glóbulos blancos.
  • Usted es mayor de 65 años de edad.
  • Su cuerpo está debilitado y su sistema inmunológico no funciona bien.

Los CSF no se recomiendan para los pacientes en quimioterapia que no corran un alto riesgo. Pero si usted corre alguno de los riesgos indicados anteriormente, es posible que necesite los medicamentos.

Desafortunadamente, muchos pacientes que realmente necesitan estos medicamentos no los reciben. Si usted corre un alto riesgo, y su médico no le recomienda CSF, pregúntele la razón.

 

Este informe es para que lo use usted cuando hable con su proveedor de atención médica. No debe usarse en vez de consejos o tratamientos médicos. Use este informe a su propio riesgo.

© 2016 Consumer Reports. Elaborado en cooperación con la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica.