Pruebas de esfuerzo del corazón antes de una cirugía
Cuándo necesita una prueba—y cuándo no las necesita
Si lo van a operar, es posible que se pregunte si necesita una prueba de esfuerzo del corazón antes. Esto podría parecer una buena forma de garantizar una cirugía segura. Sin embargo, probablemente no necesite la prueba si usted está sano, activo y se siente bien, o si se va a someter a una cirugía menor. A continuación se da la razón:
Las pruebas no son útiles antes de una cirugía menor.
Hay distintos tipos de pruebas, pero todas tienen la finalidad de determinar lo mismo: cómo responde el corazón cuando esta funcionando fuertemente o esforzándose mucho. Durante una prueba de esfuerzo de ejercicio, usted camina o trota en una caminadora con electrodos pegados al pecho. Se le toman imágenes del corazón mientras hace ejercicio. Una prueba de esfuerzo de imágenes usa un ultrasonido del corazón (llamado también ecocardiografía de esfuerzo) para tomarle fotografías del corazón. Esto se hace mientras usted está en reposo. Luego, se le toman más fotografías mientras el corazón está funcionando fuertemente o esforzándose mucho. Una prueba de cardiología nuclear usa una pequeña cantidad de substancia radioactiva para tomar fotografías del corazón mientras se le está esforzando.
Las pruebas de esfuerzo del corazón pueden mostrar si usted sufre de una enfermedad cardíaca importante. Esto podría ponerlo en riesgo de sufrir un ataque cardíaco u otra complicación grave durante una cirugía. Es posible que los resultados de la prueba conduzcan a atención especial antes, durante o después de una cirugía. Además, es posible que los resultados de la prueba inciten a sus proveedores de atención médica a que retrasen la cirugía o cambien a una clase de cirugía menos invasiva.
Sin embargo, hay un riesgo muy bajo de complicaciones cardíacas con una biopsia de seno, una cirugía del ojo o de la piel, una operación de hernia o una cirugía ambulatoria o del mismo día. El riesgo para cirugías menores es tan bajo que incluso las personas con una enfermedad cardíaca se recuperan bien.
Si usted se siente bien y está físicamente activo, su probabilidad de tener una enfermedad cardíaca importante es baja. Así que por lo general, no necesita una prueba de esfuerzo, incluso para las cirugías mayores.
Las pruebas de esfuerzo del corazón pueden tener riesgos.
Por lo general, las pruebas son muy seguras, y algunas pueden realizarse con poca o sin ninguna radiación. Pero si su riesgo de un problema cardíaco es bajo, es más probable que resulte en falsas alarmas, que podrían causar ansiedad, un retraso innecesario de la cirugía o conducir a más pruebas.
Por ejemplo, si los resultados de su prueba de esfuerzo no son normales, es posible que le hagan una angiografía coronaria (cateterización cardíaca) de seguimiento. En esta prueba, se introduce una sonda delgada en el corazón a través de una arteria, se inyecta tinte y se toman radiografías. Los riesgos son bajos, y rara vez hay complicaciones, pero la prueba puede producir sangrado o incluso un ataque cardíaco y algunas veces la muerte. Además, la exposición a la radiación se acumula a lo largo de su vida, así que es mejor evitar las radiografías siempre que pueda.
Las pruebas de esfuerzo del corazón pueden costar mucho.
Una prueba de esfuerzo de ejercicio cuesta más de $200, y una prueba de esfuerzo de imágenes cuesta tanto como $2,000. Si los resultados anormales conducen a una angiografía coronaria, eso puede agregar miles más al costo.
¿Cuándo se necesitan pruebas de esfuerzo antes de una cirugía?
Por lo general, las pruebas de esfuerzo deberían realizarse solo si los resultados cambiarían el plan para su cirugía.
Usted podría necesitar una prueba de esfuerzo antes de una cirugía si tiene una condición cardíaca grave. Esto incluye insuficiencia cardíaca no controlada o enfermedad grave de la válvula, dolor de pecho o dificultad para respirar, o si se cansa o se queda sin aliento más fácilmente de lo que le pasaba antes.
También podría necesitar una prueba de esfuerzo antes de una cirugía si tiene los siguientes riesgos:
- Van a hacerle una operación de riesgo intermedio, como un reemplazo de rodilla o cadera, o una cirugía de alto riesgo, como para un aneurisma o una arteria obstruida.
- Y tiene diabetes, enfermedad renal o un historial de enfermedad de la arteria coronaria, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.
- Y tiene dificultad para caminar una distancia corta o para subir escaleras.
Este informe es para que lo use usted cuando hable con su proveedor de atención médica. No debe usarse en vez de consejos o tratamientos médicos. Use este informe a su propio riesgo. © 2016 Consumer Reports. Elaborado en cooperación con la Sociedad para Medicina Vascular.