Pruebas de imágenes del corazón antes de una cirugía

Cuándo las necesita y cuándo no

Si va a someterse a una cirugía, es posible que se pregunte si necesita una prueba de imágenes del corazón. Parece que esto podría ayudarle a asegurarse de que es seguro realizarse la cirugía.

Sin embargo, las pruebas de imágenes por lo general no son útiles, a menos que vaya a someterse a una cirugía del corazón. Además, estas no ayudan si no ha sufrido un accidente cerebrovascular ni tiene una afección cardíaca grave, diabetes o enfermedad renal. A continuación, se indica qué son las pruebas de imágenes y qué función desempeñan:

Algunas pruebas de imágenes usan ondas de sonido para tomar fotografías del corazón. A esto se le llama una ecocardiografía. Otras pruebas usan una pequeña cantidad de material radioactivo. A estas pruebas se les podría llamar tomografía nuclear o tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés).

Una prueba de imágenes del corazón muestra si usted es propenso a tener un ataque cardíaco u otra complicación grave durante una cirugía. Si los resultados de la prueba muestran un problema, es posible que su tratamiento cambie. Usted podría:

  • Recibir atención especial durante o después de la cirugía,
  • No someterse a la cirugía hasta que se trate el problema, o
  • Someterse a una clase de cirugía distinta.

Sin embargo, en muchos casos, las pruebas de imágenes del corazón no son útiles. A continuación se da la razón:

Por lo general, no se necesitan estas pruebas antes de una cirugía de bajo riesgo.

El riesgo de complicaciones cardíacas de una cirugía menor es muy bajo. Por lo general, cualquier cirugía ambulatoria o cirugía de día se considera una cirugía menor. Entre estas se incluyen las biopsias del seno y una cirugía del ojo o de la piel. No es probable que las pruebas de imágenes mejoren los resultados de estas cirugías. Incluso una cirugía mayor es segura para la mayoría de las personas sanas, si se sienten bien y están activas físicamente.

A menos que usted sufra una enfermedad cardíaca u otros factores de riesgo, por lo general, todo lo que necesita antes de una cirugía es que se le realice un historial médico y un examen médico minuciosos.

Las pruebas de imágenes del corazón presentan algunos riesgos.

Por lo general, estas pruebas son muy seguras. Pero si su riesgo de tener un problema cardíaco es bajo, las pruebas pueden crear una falsa alarma en lugar de detectar un problema grave. Eso puede causar ansiedad. Además, puede conducir a más pruebas o a una demora innecesaria de la cirugía.

Por ejemplo, usted podría tener una prueba de seguimiento para ver los vasos sanguíneos en el corazón. Esta prueba se llama angiografía coronaria. Durante esta prueba, se le introduce una sonda muy delgada en el corazón, a través de una vena. Se inyecta un tinte y se le toman radiografías. Los riesgos son bajos, pero la exposición a la radiación se acumula durante su vida. Es mejor evitar las radiografías siempre que pueda.

Las pruebas de imágenes pueden costar mucho.

Una prueba de esfuerzo de imágenes puede costar $2,000 o más, y una tomografía computarizada cardíaca cuesta cientos de dólares. Si los resultados anormales llevan a una angiografía coronaria, eso puede agregar miles de dólares al costo. Así que las pruebas deberían usarse solo cuando las necesite.

¿Cuándo se necesitan pruebas de imágenes antes de una cirugía?

Es posible que necesite una prueba de imágenes antes de una cirugía si usted:

  • Sufre una enfermedad de la válvula cardíaca grave o una insuficiencia cardíaca grave.
  • Tiene síntomas de problemas cardíacos, como dolor de pecho o dificultades para respirar.
  • Va a someterse a una cirugía que se considera de riesgo moderado o alto, y tiene los dos otros riesgos a continuación:
    • Tiene diabetes o enfermedad renal, o antecedentes de arteriopatía coronaria, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.
    • No puede caminar una distancia corta ni subir escaleras sin tener síntomas, como falta de aliento.

 

Este informe es para que lo use usted cuando hable con su proveedor de atención médica. No debe usarse en vez de consejos o tratamientos médicos. Use este informe a su propio riesgo.

© 2017 Consumer Reports. Elaborado en cooperación con el Colegio Estadounidense de Cardiología.